Bajo el sol radiante de Altea, entre las fachadas blancas y las vistas al azul infinito, nace una colección que traduce la brisa costera en siluetas ligeras. El lino blanco se funde con el azul más puro del Mediterráneo, creando un contraste elegante y refrescante que vibra con ese tropical shake que reinterpreta lo clásico con una energía nueva.

Esta colección es una oda a la vida junto al mar: vestidos etéreos, tejidos en crochet y conjuntos que invitan a vivir un verano entre calas escondidas y terrazas blancas.